martes, 19 de junio de 2012

Unas reflexiones claves...



¿Se puede saber ser maestro antes de ser maestro?

Si atendemos a la concepción de la figura del maestro en un sentido amplio, podemos indicar que se puede ser maestro sin necesidad de tener una titulación que nos valide como tal, ya que el aprendizaje no se produce exclusivamente en los contextos escolares, sino que tiene lugar en todo tipo de entornos extraescolares, en todo ámbito social y empírico en el que el alumno tenga la posibilidad de participar, bien como testigo, bien como protagonista. Los padres educan y enseñan a sus hijos en el ámbito familiar, por lo que están desarrollando una labor docente, sin que para ello se les requiera titulación, enseñan a sus hijos de forma natural y espontánea, sin elaborar una programación u organización previa de los contenidos, sin reflexionar o meditar sobre las estrategias metodológicas más adecuadas para transmitir sus enseñanzas, sin establecer criterios de evaluación, ni delimitar competencias básicas. El aprendizaje tiene lugar en los espacios más inesperados, en los momentos más insospechados, en aquellas situaciones en las que una persona adulta sirve de modelo o transmite sus experiencias y conocimientos a los niños/as.
Desde nuestro punto de vista, es necesario contar con unos conocimientos teóricos para contar con los recursos necesarios para saber afrontar las diversas y diferentes situaciones educativas que nos podemos encontrar en el aula. No obstante, en nuestra opinión, la teoría, tristemente, no se corresponde con la práctica real en las aulas, por lo que resultaría de especial necesidad analizar el ámbito práctico de la docencia para poder establecer una relación directamente vinculada con los casos particulares que tienen lugar en los espacios escolares, es decir, en definitiva, con la realidad actual de nuestros alumnos.
La formación del docente debería relacionar desde el primer momento en el que se inicia el ámbito práctico y el ámbito teórico, de manera que los estudiantes puedan observar en primera persona la efectividad de los presupuestos teóricos que se analizan en el ámbito académico, y les sirva para ofrecer propuestas de mejora en el plano de la teorización. De este modo, la conexión entre la práctica y la teoría permitiría una actualización constante de la sistematización educativa, promoviendo su adaptación constante a los continuos cambios sociales que se producen de una manera tan rápida y que se reflejan en las escuelas con un evidente desfase temporal.
¿Qué escuela queremos para la sociedad en la que vivimos?

Sin recaer en la idealización de utopías irrealizables, sino partiendo de una reflexión anclada en criterios objetivos, desde nuestro punto de vista, la escuela que queremos para la sociedad en la que vivimos tiene que adaptarse a la realidad social, económica y política de nuestra actualidad. Para ello, sería necesario que se estableciese una conexión más profunda entre la teoría y la práctica docente, en el sentido más extensional de esta relación. La interacción y el mutuo feed-back o retroalimentación entre los contenidos epistemológicos y la realidad inmediata del alumnado constituye o debe constituir un objetivo fundamental y un criterio metodológico esencial, para que el aprendizaje llegue a ser un verdadero proceso significativo para al alumnado. La conexión entre teoría y realidad no debe plantearse únicamente entre los contenidos epistemológicos y el contexto de interactuación o de interés del alumnado, sino que también tienen que establecerse importantes lazos de unión entre la institución de la escuela y las familias, así como con los ámbitos profesionales y los diversos sectores que constituyen nuestra sociedad, de manera que la escuela pueda constituir, realmente, una institución que sepa dar respuesta a las demandas efectivas de la sociedad, y pueda contribuir desde el común esfuerzo a conseguir el bien común social.
Por otro lado, deseamos una escuela que esté conectada a nivel internacional con el resto de Europa y demás continentes, de manera que desaparezcan las barreras idiomáticas que impiden la constitución de una macro-sociedad de marcado cariz intercultural, en la que exista una mayor comprensión y tolerancia hacia la diversidad, y en la que la comunicación se constituya en principal cauce para superar de una manera cooperativa transoceánica problemas, especialmente en nuestra actualidad, de índole económica, social o de otro tipo.
Deseamos una escuela en la que la equidad entre todos nuestros/as alumnos/as sea un hecho y no una mera intención benevolente, es decir, la escuela tiene que ofrecer más a quien más lo necesita, elaborando programas de compensación más adecuados a las necesidades de nuestro alumnado, reforzando el número de maestros y especialistas para ofrecer una enseñanza más particularizada a los alumnos/as. Esa equidad no debe reflejarse sólo en un aumento material de recursos y de personal, sino que también debe manifestarse en la adaptación de la metodología, las estrategias y criterios de evaluación, en relación a aquellos alumnos que requieran adaptaciones curriculares.
Queremos una escuela en la que todo tipo de actividad que se realice vaya orientada a fomentar el deseo de aprender y la curiosidad en nuestros/as alumnos/as, en la que la motivación constituya un principio metodológico fundamental, para que de esta manera nuestros alumnos cuenten con los conocimientos y estrategias necesarias que les proporcionen la capacidad reflexiva suficiente como para poder adoptar una actitud crítica ante todo tipo de sugestión o intento de coartar sus libertades y derechos con los que se encuentren durante el desarrollo de sus experiencias vitales.
Queremos una escuela en la que el alumnado ostente un papel activo y participativo en la construcción de sus propios conocimientos, de manera que sea cada vez más autónomo y se pueda desenvolver de una manera adecuada y libre en la sociedad actual. Además, la escuela debe potenciar la creatividad de los alumnos, dejarles un margen adecuado de responsabilidad en la elección de su actuación, de manera que los alumnos desarrollen su capacidad reflexiva y emprendedora, para que puedan contribuir en el futuro a la creación de elementos que mejoren la calidad de vida de la sociedad en general, comprometidos con el bien común y con la igualdad de oportunidades.
La escuela debe presentar un interés especial en la educación en valores, ya que si los padres no pueden ofrecer este tipo de educación a sus hijos, somos los maestros los que debemos llenar esas carencias de nuestros alumnos, fundamental y especialmente a través de la prédica con nuestro propio ejemplo como modelo de conducta.
La escuela debe dejar de dar importancia a la calificación y empezar a dotar del valor que se merece al desarrollo de aprendizajes consolidados de manera duradera, puesto que la calificación sólo sirve para generar desigualdades y frustraciones en nuestros alumnos/as, para crear etiquetas, en la mayoría de las ocasiones desmotivadoras para los mismos. En nuestra opinión, resulta de mayor importancia el proceso que el resultado final, puesto que en una única prueba final no se pueden medir todos los conocimientos, estrategias, procedimientos, valores y actitudes que han adquirido los alumno/as a lo largo del desarrollo de sus aprendizajes.

¿Existe un método para pensar qué hacemos en clase la semana que viene?

            Todo curso requiere una planificación y para ello los docentes elaboran a principio de curso las programaciones y unidades didácticas que seguirán a lo largo del mismo. Ello debe ir acompañado de una adecuada preparación de las clases que debe realizarse con la suficiente antelación con el objeto de prever qué recursos serán necesarios, qué herramientas querrán utilizar y cuál es la metodología más indicada para impartir una determinada materia.
El profesor es el guía de este proceso de enseñanza-aprendizaje en el que se encuentran inmersos los alumnos, de modo que debe ser él el responsable de encontrar el método de trabajo más apropiado, debiendo tener en cuenta para este fin factores muy importantes como son los objetivos perseguidos, los contenidos que se van a trabajar y las características de cada uno de los alumnos.
Por ello, no se trata de que exista un método concreto y determinado al que los profesores puedan recurrir para preparar cada clase, sino que deben tener la suficiente formación, creatividad y originalidad y, ante todo, motivación, para saber cómo sacar el máximo provecho a una clase, y ello con la única finalidad de que los alumnos adquieran un verdadero aprendizaje.
En todo caso y, no obstante se deba respetar la programación didáctica fijada para un determinado nivel, la aplicación estricta de la misma deberá depender del ritmo de aprendizaje de los alumnos. Por ello, cualquier hipotético método de planificación deberá poder ser revisado y modificado en función de las necesidades educativas y el ritmo de aprendizaje de los estudiantes.

            ¿Qué vale la pena enseñar en la escuela?

            Después de una buena reflexión entre nosotras sobre esta pregunta, hemos pensado que el currículum escolar aporta grandes conocimientos y que puede ser ampliado o mejorado, pero que lo primordial de la enseñanza es como proyectar  su metodología y es ahí, donde debe basarse el cambio, sobre todo en la implicación y  procedimientos que debemos de  utilizar en la enseñanza  a los/as niños/as.

            Una de las clases de Miguel, se basó en demostrarnos como se puede trabajar todas las competencias con una  metodología basada en un  proyecto de investigación del día a día, programando una excursión donde se elaboraba todo un gran planteamiento de habilidades, destrezas y  conocimientos. Utilizando, cada una de las competencias desarrolladas en el currículum escolar, partiendo de este proyecto los alumnos y alumnas trabarían con gran participación, analizando y procesando todo un sistema de búsqueda personal y en grupo, con la consiguiente implicación de todas las áreas educativas y también, con el proceder de la vida cotidiana, que es lo que se van a encontrar el día de mañana cada uno de ellos.

            Partir de estos proyectos de investigación el alumno/a, desarrollarán habilidades, actitudes y estrategias, que  potenciarán su motivación e involucran, haciéndoles más cooperativos, participativos y  menos competitivos. Con ello, se demuestra que vale la pena enseñar, cómo enseñar  y cómo afrontar los problemas, situaciones que la vida nos plantea diariamente y que ellos, son capaces de resolverlos, primeramente con apoyo profesional y pedagógico y luego, lógicamente cada uno por sí mismo,  sin olvidar el apoyo familiar y social, de cada uno de ellos.

Las competencias básicas ¿son una ayuda o un estorbo?

Las competencias básicas son una especie de claves “integran” los conocimientos (conceptos, hechos y principios), procedimientos y actitudes necesarios tanto para la vida actual como para el futuro académico y profesional.

Las competencias básicas ayudan a definir qué es lo más importante y al hacerlo, se alejan de forma clara de los llamados contenidos específicos, ya sean máximos o mínimos.

§                       § Las competencias básicas, a diferencia de los contenidos específicos, son permiten la realización y el desarrollo personal a lo largo de la vida, la inclusión y la participación como persona, ciudadanos activos y el acceso a un puesto de trabajo en el mercado laboral.
§                       § Se aplican en múltiples situaciones y contextos para conseguir distintos objetivos, resolver situaciones o problemas  variados y realizar diferentes tipos de trabajos.
§                       § Son transversales e interdisciplinares a las áreas y materias curriculares porque su aprendizaje no es exclusivo de una de ellas.
§                       § Son integradoras, a diferencia de los contenidos específicos, porque combinan conocimientos (“saber”), destrezas (“hacer”) y actitudes (“querer”).
§                       § Y son dinámicas, porque la competencia de las personas carece de límites en su crecimiento y se construye a lo largo de la vida.

A partir de estos puntos creemos conveniente considerar que la enseñanza y el aprendizaje de las competencias básicas no se reduce al currículo pues hay otros ámbitos en la vida de los centros docentes que facilitan su progresión y desarrollo.
En este sentido, la participación en la organización y funcionamiento de los centros, la práctica de la convivencia, las actividades extracurriculares y complementarias y las distintas actuaciones y relaciones con el entorno ofrecen una multitud de ocasiones para ofrecer al alumnado escenarios reales de aprendizaje.

Existe otra razón que, por sí misma, justifica la incorporación de las competencias básicas al currículo y ésta, no es otra que la de contribuir a facilitar la puesta en marcha del  modelo de escuela inclusiva. La escuela que apuesta por enseñar lo importante, renuncia a utilizar el saber como instrumento de selección del alumnado y pone los medios para hacer posible que la calidad educativa alcance a todos sin exclusión.
¿En qué consiste crear buenas condiciones para que los alumnos aprendan?

Consiste en crear un lugar propicio, un clima en el que los alumnos/as se estimulen, un lugar en el que no se encuentren cohibidos y no se vean limitados por barreras, un lugar en el que el respeto entre compañeros/as esté patente y en el que todos participemos, un lugar en el que todos los alumnos/as opinan, debatan y construyan su propio aprendizaje, un lugar en el que sean ellos mismos los protagonistas y se sientan cómodos, un lugar en el que se despierte el interés y la motivación, un lugar en el que cada día quieran ir a más y no haya miedo al fracaso, un lugar en el que seamos conscientes de que como seres humanos todos cometemos errores y que por lo tanto de ellos también aprendemos.

¿Se puede medir el aprendizaje?

Pensamos que el aprendizaje no se puede medir, el aprendizaje es algo que tenemos en la mente y se relaciona con lo que uno hace o expresa, es algo abstracto con lo cual difícil de medir. A pesar de que muchos informes digan que a través de una serie de pruebas o preguntas se podría llegar a medir, nosotras seguimos pensando que no se puede, ya que un docente puede enseñar contenidos, valores o transmitir conocimientos pero nunca sabrá cuanto de lo que ha transmitido ha aprendido y adquirido el alumnado. Son tres conceptos distintos el de medir, calificar y evaluar. Quizás con algunas preguntas o pruebas puedas evaluar parte de lo que un niño/a adquiere en su proceso de aprendizaje pero nunca podrás saber cuanto.

domingo, 3 de junio de 2012

CAPACIDADES DOCENTES PARA UNA BUENA ENSEÑANZA


CAPACIDADES DOCENTES PARA UNA BUENA ENSEÑANZA

En la sociedad actual resulta bastante fácil para las personas acceder en cada momento a la información que requieren. Sin embargo, y también a diferencia de lo que ocurría antes, ahora la sociedad está sometida a miles de cambios que plantean continuamente nuevos problemas, exigiendo a las personas múltiples competencias procedimentales (iniciativa, creatividad, uso de herramientas TIC, estrategias de resolución de problemas, trabajo en equipo...) para crear el conocimiento preciso que les permita afrontarlas con éxito.
Por ello, hoy en día el papel de los docentes no es tanto "enseñar" (explicar-examinar) unos conocimientos que tendrán una vigencia limitada y estarán siempre accesibles, como ayudar a los estudiantes a "aprender a aprender" de manera autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personal mediante actividades críticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus características (formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e interdisciplinario de la información para que construyan su propio conocimiento y no se limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información
Por otra parte, la diversidad de los estudiantes y de las situaciones educativas que pueden darse, aconseja que los docentes aprovechen los múltiples recursos disponibles (que son muchos) para personalizar su labor, y trabajar en colaboración con otros compañeros manteniendo una actitud investigadora en las aulas, compartiendo recursos , observando y reflexionando sobre la propia acción didáctica y buscando progresivamente mejoras en las actuaciones acordes con las circunstancias (investigación-acción).

1)      Se aprende a ser profesor por ensayo y por error a través de la práctica y la experiencia. Los profesores novatos no saben aplicar los conocimientos aplicados en la universidad en el momento que comienzan y se enfrentan por primera vez a la clase.

2)      El profesor ha de elaborar su propia metodología; adaptándola l nivel de los alumnos según sus eficiencias o deficiencias de una forma didáctica; utilizando los libros como apoyo para desarrollar cada clase; pero siempre con la búsqueda de otras fuentes. El profesor debe fomentar preguntas ante los alumnos; antes no sabían planteado ellos mismos.

3)       Los docentes demuestran una alta efectividad en su desempeño, comprometiéndose con su labor, a través de unos conocimientos pedagógicos adecuados.

Capacidades básicas

-         Saber reaccionar ante las diferentes situaciones que plantean los alumnos.

-         El profesor debe reciclarse; al igual que los contenidos.

-         La experiencia es un valor relativo que se va adquiriendo y que depende de cómo lo veas.

-         El docente debe plantearse qué puede hacer para mejorar.

-         No solo se debe tener en cuenta la experiencia sino si esta es buena o mala; más o menos valiosa, es decir adaptar la metodología pedagógica de la manera más correcta.

-         El concepto de educación determina el tipo de profesor.

-         Se deben introducir elementos de justicia social (humildad, honestidad…) para que los alumnos se abran más.

-         Diferenciar autoridad y autoritarismo.

-         Tener habilidades comunicativas y cómo; cuando y dónde se dice.

-         En educación TODO hay que CONTEXTUALIZARLO

-         Preocuparse por conocer a los alumnos y adaptarse a ellos en la medida de lo posible para poder ayudarlos y así responder ante todo tipo de situaciones; alumnos o padres; además de averiguar el inicio y el por qué de esas situaciones.

-         Poner en práctica el curso PNL, técnicas que ayudan a sacar las cosas más profundas o nunca expuestas por el alumno.

-         El docente debe plantearse ¿Qué expectativas tengo con los demás?

-         Debe crear o intentar que se de un ambiente propicio para el aprendizaje.

-         Ser ejemplo de actuación y portador de valores.

-         No poner etiquetas a ningún alumno, ya que eso originaría el llamado
     “favoritismo” o la “discriminación” a unos u otros.

-         Derecho al error (NO A LA MENTIRA); porque del error se aprende.
EL ERROR PEDAGÓGICO ES MUY IMPORTANTE.

-         Los contenidos son pretextos, los alumnos deben adquirir competencias y criterios mínimos.

-         No se debe ir a por el alumno, sino que se hay que valorar sus cosas buenas y no tener tanto en cuenta las malas.

Las capacidades básicas del docente se ven asociadas con dos grandes dimensiones:

-         Dimensión cognitiva-académica, en la que se incluyen la cualidad y cantidad de saberes del docente.
-         Y la dimensión vincular.actitudinal, en la que se incluyen la transmisión de valores morales y éticos inherentes al ejercicio docente.

En este sentido, la formación y el desarrollo profesional docente parecen ser clave en los países que logran los mejores resultados educativos.



UNA PROPUESTA DE PARTICIPACIÓN EN ASAMBLEA Y COMISIONES EDUCATIVAS PARA LA HORA DE TUTORÍA.
Enseñanza basadas en "Proyectos".

Comenzamos exponiendo la conferencia del lunes, donde el maestro "Seba", nos expuso una serie de conocimientos  para potenciar, mejorar y valorar nuestra metodología en el campo docente, por lo tanto, queremos darle las gracias, por su dedicación apostando, por el cambio que necesita la sociedad, por su gran vocación docente en la enseñanza, dedicándose a aportar una mejora en la calidad educativa y trabajando con un aprendizaje, basado en comisiones o lo que también denominamos proyectos.

Los primeros planteamientos nacieron de una observación en los alumnos y esto  creó distintos deseos de indagación, en cómo proceder para llegar a una  participación por parte de los alumnos en el sistema educativo, situándose en una realidad  meramente esencial y primordial, por la que el colectivo educativo  tiene que fundamentarse para lograr un cambio, que ejerza un principio de manera instintiva y consistente .  El alumno no valora todo el espacio, los recursos y materiales, no hay un sentido de sensibilidad, ya que no se le ha despertado la necesidades que vincula o despierta el menester de dicho requisito.

 El pensamiento de que la participación de los alumnos, no consistía en levantar la mano para expresar  lo que necesitase, es mucho más,  transciende a sus necesidades y lógicamente, llega a crear una reflexión en temas; como la integración y el aprendizaje en las aulas,  y sobre todo, un planteamiento que parte de esas realidades de los alumnos y donde  los niños y niñas  tienen que ser el eje conductor de la actividad.




Grupos programados por Comisiones.

Potenciar la  actividad que tienen los alumnos, para que sientan la necesidad de participación en asociaciones, coordinaciones y juntas de alumnos. Con ello, se consigue, que sean  ellos mismos protagonistas, con la trascendencia que implica  un cambio y  de una forma más natural , crear consciencia  sobre la complicidad  en la enseñaza de los niños y niñas, que intervengan en el control y gestión sobre las instalaciones del centro, materiales o medios. Así como distintas actividades, tanto extraescolares como curriculares, trabajando los espacios de ellos (salas  de estudios, etc). De ahí parte la identidad y pertenencia de cada uno de ellos y son los verdaderos autores de los proyectos escolares.

Hay que tener  presente  las consecuencias de la cultura disciplinar y de una organización monolítica, por lo que se necesitan unos valores que den forma a distintas ideas compartidas, de forma que se potencia la socialización entre ellos, tras la participación activa de los alumnos y las alumnas.

Otra de las consecuencias existentes es la falta de motivación para tener iniciativas, transformaciones, mejoramiento y proyecto en el ámbito escolar. Ellos necesitan ser estimulados para adquirir estas necesidades, como docentes es fundamental inculcarles estos hábitos, ya que el aprendizaje es para ellos y por ellos, llegando a ser como hemos dicho antes los protagonista de esta función.

El pensamiento de un sistema impuesto por obligaciones y represiones, obstaculiza el caminar y la trayectoria de las necesidades y hábitos educativos. Los alumnos deben experimentar la motivación y reaccionar  con la necesidad de incrementar la  búsqueda y de sus puntos débiles, como tener presente y resolver  los frecuentes conflictos, tanto  personales como entre ellos. Por este motivo, es importante que se adquieran compromisos y que asuman responsabilidades respecto al entorno escolar.
Debemos participar en una cultura de participación en nuestras escuelas con cambios estructurales y con plataformas estables que propicien una mayor participación. Teniendo en cuenta que debe haber una cultura democrática con vías y espacios que puedan proporcionar, actuar, transformar y criticar; a través de reuniones , revistas, folletos, tablón de anuncio y salas de alumnos con un entorno creativo, deportivo, artístico y social. 

Diversidad Cultural.
Debe de transmitir un sentimiento de encuadramiento de pertenencia con la consolidación de identidad , además una posibilidad de control sobre la gestión y una interrelación entre iguales. Propicias para la utilización de dinámicas asamblearías, comisiones y juntas de alumnos.

Tenemos que tener en cuenta la importancia de la participación, en la cabida a la  cultura de la diversidad para aumentar las inquietudes personales diferentes, peculiaridades étnicas, iniciativas y proyectos. Los alumnos se tienen que sentir iguales pese a su diferencias de edades, inquietudes e ideales, para ello se organizan en grupos de comisiones, donde  se permite un agrupamiento flexible y heterogéneo. 



El trabajo educativo está programado por comisiones y cuya organización parte de grupos de edades homogéneas, que se reúnen en Asamblea  General. Con su participación e intervención deciden lo que van a realizar, partiendo de una Orden del día escrita en la pizarra, con toda una jerarquía: presidente, secretario y moderadores, donde es importantísimo el turno de palabra. Entramos en las actividades de roles, donde la participación por parte del alumnado tiene una eficacia por encima del 50%. Ellos presentan propuestas donde se tramita su discusión y tramitación. Utilizan recursos como informes, cuestionarios, dinámica de grupo y reuniones de portavoces. 

Hay una predisposición entre ellos produciéndose felicitaciones, críticas y propuestas en clase, que implica en ellos una gran participación, son ellos los que crean necesidades, situaciones y propuestas de sus propias necesidades. Creando un ambiente propicio a sus necesidades e involucrando a todos a proyectarlas, proporcionando una interacción tanto en el entorno como en lo social.
Teniendo en cuenta este grupo de comisiones, su forma de trabajo e investigación el docente tiene un papel distinto a lo tradicional, es decir, él tiene un voto más, lo niños lo integran  y ni manipula ni dirige el comportamiento de ellos, su principal función es además de observar, es aprobar la propuesta de trabajo realizada por ellos.

Estas comisiones entablan distintos colectivos de trabajo, como comisiones de  revistas escolares, de deportes, de  campañas, de cocinas, de medioambiente, de       celebraciones, de  aprendizajes en tareas domésticas, con la participación voluntaria de los alumnos como de los propios docentes. De esta forma se trabajan las ocho competencias de una forma más integradora y participativa, donde los valores se adquieren en cooperación de cada uno de ellos y con lo primordial y más necesario en la enseñanza de ellos; aumentando la necesidad de aprender de forma que no se necesita una disciplina autoritaria, por lo contrario, lo que tiene que tenerse en cuenta es que cuando un alumno es agresivo, normalmente es provocado por la falta de motivación y atención hacia ellos.

jueves, 31 de mayo de 2012

Comentario sobre: un documental titulado “La escuela olvidada”


¡Hola blogger@s!

En esta sección vamos hablar y comentar acerca de un documental titulado “La escuela olvidada”, en el cual se realiza un análisis de la educación desde el punto de vista histórico, económico, pedagógico y político.

En este documental, una de las cosas que nos puede llamar la atención en un principio, es que visualizamos una imagen de la escuela completamente diferente a la que tenemos hoy en día, esto nos permite conocer más acerca de la historia de la educación y de la evolución de las escuelas, al igual que sirve para comprender lo que hoy día tenemos, ya que hay muchos puntos que sirven de enlace.
España tuvo un desarrollo muy tardío con lo que respecta a la educación en comparación con el resto de los países y esto se debe a varias razones. Una de ella tiene que ver con la estructura de la tierra que hizo que las ideas llegaran más tarde.

Antiguamente la enseñanza estaba más vinculada con el trabajo, por eso los padres se llevaban a los niños con ellos para que aprendieran el oficio, pero esto poco a poco fue cambiando.
Cuando la mujer empieza a trabajar en las fábricas ya no hay quien se encargue de la educación de los hijos y es entonces cuando empiezan a aparecer las primeras escuelas. Estas escuelas al principio recogían a niños y niñas de distintas edades, con lo cual de niveles diferentes.

Muchas de las cosas que forman parte del modelo de escuela actual tienen sus antecedentes en los ideales de esta época. Fueron los precursores de la educación física y todo lo que tiene que ver con la tradición del contacto con la naturaleza.

En este contexto fueron muchos los profesores expulsados a Sudamérica, profesores comprometidos creativos y preocupados por los niños. Ellos siguieron allí con los modelos que aquí no les dejaban llevar a cabo, esto fue un desperdicio para el país, España se quedó sin maestros y las escuelas se nutrían de gente del pueblo que con buena voluntad se encargaba de enseñar.

En un principio era la iglesia la que se encargaba de la educación y era tal su influencia que era imposible impulsar las escuelas y un sistema público. Fue el estado quien impulso el sistema público y en este sistema tenía cabida todo el mundo sin discriminación según su procedencia. Esto último es importante porque hoy en día se discrimina a mucha gente por sus costumbres, razas, procedencia, etc. Creo que en algunos aspectos sería importante volver atrás y éste es uno de ellos, todos deberíamos aceptar a gente con culturas y costumbres distintas a la nuestra para así poder aprender de ellos y ellos de nosotros, esto en parte hace también que cada día te encuentres con nuevos desafíos de la vida cotidiana, que te retan a adoptar medidas, a hacer algo. Sería importante difundir la diversidad cultural, no saber lo que es y en qué consiste, sino llevar a la práctica éste término gracias al cual todos estaríamos unidos y nos nutriríamos de todas las culturas.

En 1918 surge el instituto escuela, el cual pretendía ampliar el círculo de productores y consumidores de ciencias y de ciudadanos comprometidos con los planes de su país. Esto ya se asemeja más a lo que tenemos hoy, todo esto fue creciendo y fueron evolucionando las ideas de libre pensamiento, permitiendo así mejoras en todos los sentidos ya que el alumnado también se podía expresar libremente sin temor a nada.

Una de las cosas que nos llama la atención de este documental es que la gente quería ir a la escuela y daban lo que fuera por ir a la escuela, como dice una señora en él: “nuestro peor castigo es que nuestros padres nos castiguen sin ir al colegio”, creo que esto hoy en día no pasa, ahora la gente busca la primera escusa que se le ocurra para no asistir a él, quizás esto sea así porque no han vivido en una época anterior, ahora los niños y niñas asisten a clase como obligados lo cual les produce una desmotivación que les lleva a no hacer nada en clase y molestar a los que trabajan, no son conscientes de lo importante que es tener una educación y formarse, antes los niños aprendían con cariño y naturalidad, y los profesores y profesoras estaban encantados de enseñar y lo hacían con sencillez y motivación puesto que obtenían la gratificante respuesta de que sus alumnos y alumnas aprendían. Los maestros pretendían que sus alumnos fueran capaces de desenvolverse en la vida pública.

Es cierto que a veces la vida de los estudiantes se complique y sea dura pero después te das cuenta de lo gratificante que es.

¡Esperamos que disfrutéis de este vídeo tanto como nosotras! Aquí os dejamos el enlace: "La escuela olvidada"

Comentario sobre: "Recursos 2.0 para la mejora de la lengua oral", de Pilar Soro y Felissa Jodar




Tras la lectura y la reflexión conjunta realizada por las componentes de Didac-Innova, del documento “Recursos 2.0 para la mejora de la lengua oral”, elaborado por Pilar Soro y Felissa Jodar,  hemos querido destacar las siguientes ideas:
-Los recursos multimedia abren un amplio abanico de posibilidades creativas.
-La web 2.0 permite a sus usuarios convertirse en participantes activos en la creación de contenidos, colaborando de una manera mutua y reciproca a la hora de compartir sus experiencias educativas.
-Gracias a los recursos multimedia aplicados al aprendizaje de los alumnos, se ha producido un cambio de orientación pedagógica, puesto que los alumnos adquieren un papel protagonista en la construcción de sus propios conocimientos y un resultado favorable en los procesos de enseñanza-aprendizaje, ya que los alumnos reflexionan más profundamente y elaboran materiales de mayor calidad, puesto que dichos materiales tendrán un carácter público.
-Las herramientas 2.0 para trabajar la lecto-escritura multimedia son múltiples y variadas y ofrecen un formato llamativo y sugerente, capaz de captar la atención de los alumnos de un modo más inmediato y duradero. Entre ellas podemos destacar las siguientes:
a) Para grabar lo que aparece en la pantalla del ordenador, podemos emplear Screenr.
b) Para crear libros digitales con textos e imágenes, se nos ofrece como una herramienta muy práctica Missbook.
c) Otra herramienta que permite grabar comentarios de voz a una imagen es Fotobabble.
d) Podemos crear presentaciones con texto, imágenes, música y cuestionarios a través de Photo  Peach.
-Por otro lado, para fomentar el uso adecuado de la lengua oral, uno de los recursos más productivos que nos ofrece Internet es la radio en línea y los postcast ya que permite el uso real y efectivo de los géneros de la lengua oral, fomentando la capacidad de organización informativa y textual y potenciando el uso pragmático de la lengua, con lo que la competencia comunicativa puede ser desarrollada de una manera significativa y en contacto con la realidad inmediata del alumno.
-Aplicaciones multimedia como Voicethread, Woices, Chirbit y Vosopop, favorecen la comunicación, la interacción social y, especialmente, el descubrimiento y la curiosidad por otras realidades culturales.
-En la actualidad, marcada profundamente por los nuevos avances de comunicación e información, se hace necesaria la adquisición de una buena competencia digital de manera que los alumnos puedan adaptarse de una manera adecuada a la realidad social en la que se encuentran, caracterizada por  la abundancia masiva de cauces informativos que se abren ante los curiosos ojos de nuestros alumnos.
Para concluir queremos resaltar que las herramientas que ofrece la web 2.0 fomentan la colaboración entre diversos miembros de la comunidad educativa, de manera que pueden compartir experiencias, inquietudes, opiniones, aportar ideas creativas y nutrirse de las aportaciones de los demás. Estas herramientas cuentan con otro beneficio añadido, el hecho de que permite el acceso ilimitado, sin fronteras temporales ni espaciales, a todo tipo de información y a todo tipo de experiencia comunicativa.




miércoles, 23 de mayo de 2012


Guía  de derechos y responsabilidades de las familias andaluzas en la Educación Infantil-Primaria


Hemos pensado que sería interesante detenernos a hacer algunos comentarios sobre este documento cuya existencia, en cierto modo, puede resultar muy sorprendente para algunas personas que lo consideran innecesario. Sin embargo, creemos que es muy importante que las familias sean plenamente conocedoras de los derechos que les asisten y de cómo pueden mejorar la educación de sus hijos.

Podría pensarse que, ante el grado de ignorancia y desinterés que algunos padres muestran por la educación de sus hijos, los poderes públicos han considerado necesario la elaboración de un instrumento como éste. No obstante, consideramos que no debe concebirse como algo negativo, pues todo aquello que contribuya a que las familias se involucren directamente en la educación de sus hijos es conveniente y muy positivo.

Los padres cumplen un papel trascendental, el más importante, en la educación de sus hijos, sobre todo en los primeros años de vida, de ahí la importancia de esta guía en la sociedad que vivimos actualmente. Por ello, debemos pensar en que ha sido realizada para responder a unas necesidades sociales que no existían antes en nuestra sociedad.

Por ello, dado que se trata de una guía para orientar a los padres en las dudas que puedan tener durante el periodo que dura la educación primaria de sus hijos, debemos verlo como un instrumento de ayuda positivo.

En ocasiones, algunos padres y madres no saben cómo actuar ante ciertos actos que realizan sus hijos e hijas, por lo que esta esta guía se presenta como el instrumento de consulta que les puede facilitar esta tarea y resultar de gran utilidad a la hora de llevar a cabo su labor educativa.
Esta guía, dirigida a las familias andaluzas, no solamente está concebida para orientar a los padres sino también para concienciarles acerca de las responsabilidades que deben asumir para conseguir los mejores resultados en el proceso educativo de sus hijos. Y es que, como venimos poniendo de manifiesto en este blog, los padres deben involucrarse y ser protagonistas directos de la educación de sus hijos. En estos términos se expresa la guía, que pide a los padres que se impliquen y hagan de la educación una prioridad en la familia.

El formato y la metodología de la guía hacen que se presente como un documento muy útil para cumplir su finalidad de guiar a los padres y resolver muchas de las dudas que pueden tener sobre el comportamiento, las aptitudes y actitudes de sus hijos. Recoge las directrices básicas y, a la vez lo suficientemente detalladas, sobre cómo son los niños de estas edades, qué necesitan, quién puede proporcionarles lo que necesitan y, a qué instancias de los centros escolares pueden acudir para plantear sus problemas o solicitar ayuda. Y, asimismo, incluye otras sugerencias dirigidas a fomentar la lectura y el interés en otras materias educativas.

Sin embargo, creemos que es una guía excesivamente generalizada, ya que incluye a toda la población infantil andaluza, sin atender a la singularidad y a las necesidades de cada individuo, sino simplemente distinguiendo en función de tramos de edades muy amplios, de tres a seis años y de seis a doce y es evidente, por ejemplo, que un niño de tres años no tiene nada que ver con uno de seis, y que la madurez de un niño o niña de doce años es superior a la de uno o una de doce. El aprendizaje no es homogéneo.

Hay otras cuestiones de la guía en las que no estamos del todo de acuerdo. Por ejemplo, no creemos que lo más adecuado para niños de entre tres y seis años sea trabajar habilidades como las matemáticas o la lectura, sino que hay cosas más importantes en esta edad como la socialización, la autonomía, la conciencia sobre sí mismo y el respeto, como se refleja en algunos de los consejos. Consideramos que, entre los tres y los seis años, el aprendizaje debe ser libre, hay que darle libertad.

También algunos de los consejos que se relacionan en la guía han sido el motivo de un interesante debate entre las componentes de este blog. Por ejemplo, todas estamos de acuerdo en que es fundamental que un niño o niña aprecie los valores de convivencia, sus normas, para, en un futuro, saber vivir en sociedad. Pero ¿realmente es importante que un niño o niña se sepa expresar en una lengua extrajera en una edad comprendida entre 6 y 12 años? Algunas creemos que sí, pues aunque saber una lengua extranjera no sea tan importante como aprender, reconocer y desarrollar los valores aprendidos, sí es una habilidad fundamental para facilitar su formación en el futuro más próximo.

En lo que no hay discusión es en el fomento de la afición por la lectura, pues es importante no sólo para el aprendizaje sino también para el desarrollo personal del niño y la niña. La lectura fomenta la creatividad y la imaginación. Y se trata de una labor encomendada no sólo a la escuela, sino también a la familia. Para ello, es importante que esas primeras lecturas interesen, para que así ellos mismos desarrollen su propio criterio a la hora de elegir.

Tal como se dice en esta guía esta tarea fundamental debe ser compartida por la familia, el centro educativo e incluso por su entorno inmediato y entre todos, apoyarla y complementarla para mejorar su eficacia. Está demostrado que la implicación de padres y madres en la educación de sus hijos e hijas garantiza el camino hacia un mayor progreso y éxito escolar de estos.

La educación es la base para conseguir un óptimo desarrollo humano y social y la implicación de los padres y madres es garantía de éxito educativo, garantizando así un buen futuro a nuestros niños y niñas.

La finalidad de todos estos consejos es que los padres y madres puedan conocer mejor las necesidades de sus hijos e hijas para que reciban los que necesitan y no se les exija más de lo que deben aportar.

Aunque la creación de esta guía pueda obedecer a la falta de implicación e interés de los padres y en el hecho de que no asuman las responsabilidades que deben en la educación de sus hijos, debe ser considerado como un instrumento positivo creado como respuesta a unas nuevas necesidades sociales.

Os animamos a que visitéis la siguiente dirección para que podáis leer detenidamente esta y otras guías interesantes:



Paulo Freire: Constructor de sueños

Haciendo un repaso por los contenidos sobre educación que hasta ahora hemos tenido la oportunidad de conocer, hemos realizado una parada obligatoria en una entrevista realizada a una de las personalidades más lúcidas e insignes en lo que respecta al ámbito educativo. Nos referimos al educador y gran teórico de la educación Paulo Freire, al que rendimos nuestro particular homenaje desde las páginas de este blog y al que le agradecemos el haber contribuido a enseñarnos a observar la educación a través de una mirada de libertad.
En esta vídeo-entrevista que ofrecemos y comentamos a continuación, titulada “Paulo Freire: constructor de sueños”, Paulo Freire nos conduce a una reflexión interna y personal sobre la educación, a través de la propuesta de varias premisas que considera que han de tenerse en cuenta como paso previo al desarrollo de la labor docente. El autor nos plantea de una manera desgarrada, pulcra, y en la totalidad de la crudeza que ofrece un alma arrebatada por completo por el ideal libertador de la docencia como medio para enseñar el acceso al verdadero carácter humano de la persona, una concepción de la educación que escapa a toda forma de alienación posible, que busca la libertad del individuo y la reafirmación de su dignidad como máximo estandarte, cuya reivindicación merece por derecho propio:
Paulo Freire nos señala en esta entrevista cómo el proceso de enseñanza no se encuentra segregado del ser del individuo, ni se debe entender como un acontecimiento ajeno o desligado de su experiencia vital, que se produce de manera artificiosa, protésica o impuesta por factores externos a la persona. El proceso de enseñanza, y en esto estamos totalmente de acuerdo con Freire, forma parte de otro proceso superior en el que se encuentra implicado, el proceso general de conocer, al cual el ser humano se encuentra abocado desde su nacimiento de una forma natural.
En esta entrevista, Paulo Freire nos lanza unos interrogantes de difícil solución que, desde nuestro punto de vista, se deben formular los docentes, para poder dar respuesta no sólo al alumnado, en las múltiples ocasiones en las que suele preguntar  sobre ello, sino también para dar sentido a su propia labor educativa: ¿Por qué es necesario el conocimiento? ¿Para qué se enseña?
Como sabemos, tanto el conocimiento como la posibilidad de acceso a la información constituyen dos bases fundamentales de poder. Por lo que, a su vez, se convierten en dos vías esenciales para que el individuo sea libre y pueda ejercer sus derechos en la sociedad, así como tomar sus propias decisiones, las riendas de su vida, contando con las herramientas necesarias para poder captar todo comportamiento, acción o mensaje sugestivo y, por consiguiente, poder contrarrestar las tendencias dirigistas que ejercen las élites sociales y económicas sobre la sociedad.
Pero, ¿se limita el conocimiento a la mera erudición?, ¿se restringe el saber al inmanentismo del “por sí” y “para sí”? Obviamente, el conocimiento no sólo es erudición, sino que permite al ser humano tomar consciencia de su realidad y, si dentro de esta consciencia de su propia existencia observa que en su realidad se está atentando contra su condición humana, el conocimiento le abrirá el camino para poder actuar de manera que procure transformarla. Todo ello es posible porque, como señala Paulo Freire, “el conocimiento humaniza”. Si el ser humano, dotado de razocinio, se ha esforzado a lo largo de la historia por la conservación y la transmisión de los conocimientos y saberes acuñados en los distintos momentos históricos, de preservarlos para que pudieran acceder a ellos las generaciones venideras, se debe a su utilidad práctica para la humanidad. Harto conocido es el dicho de que si conocemos nuestra historia contaremos con las herramientas necesarias para no volver a caer en los mismos errores del pasado. Otra cuestión diferente es si va implícita en la condición humana la tendencia a tropezar varias veces en la misma piedra.
Por otro lado, como señala Freire, para que alguien pueda enseñar es necesario también saber aprender. La comunicación educativa no consiste en un proceso unidireccional sin posibilidad de retroalimentación ni de intercambio de papeles comunicativos. Tanto el profesor como el alumno se necesitan mutuamente, la existencia de uno no tiene validez ni sentido sin la existencia del otro. En este sentido, podemos argüir que en el proceso de enseñanza-aprendizaje, tanto educador como educando se educan recíprocamente. El profesor no sólo debe contar con los conocimientos epistemológicos o enciclopédicos necesarios que le permitan transmitir una serie de saberes sobre alguna materia, ciencia o disciplina, a los alumnos, sino que debe aprender a enseñar, a transmitir, a comunicar y a sentir, atendiendo a las características y necesidades particulares de los alumnos y, siempre, respetando la dignidad y la libertad de los mismos. Además, al igual que sucede en todo intercambio comunicativo, es indispensable que el docente tenga consciencia de los conocimientos previos que posee el alumno, para poder conectarlos con los nuevos, de manera que las implicaciones puedan ser inferidas con facilidad por parte su alumnado y se enriquezcan sus esquemas cognitivos de una manera estable y significativa. Pero el educador no sólo debe ser capaz de determinar cuál es el nivel de conocimiento epistemológico de su alumnado, sino que debe saber partir su nivel ideológico y cultural particular.
Si continuamos la comparación del proceso de enseñanza-aprendizaje con cualquier otro tipo de proceso comunicativo, nos daremos cuenta de que, como afirma Freire, resulta de suma importancia para que el proceso de enseñanza-aprendizaje se desarrolle de una manera satisfactoria, que se realice un análisis previo acerca de cómo se dan las relaciones entre el profesor y el alumno, relaciones que deben fundamentarse en una práctica democrática. Para que esto sea posible, es necesario que el docente desarrolle una serie de cualidades. Freire resalta como una de las cualidades fundamentales que debe poseer el docente, la humildad. Estamos totalmente de acuerdo con la idea de que la humildad humaniza al docente, fomenta la confianza de los alumnos en el profesor y favorece que el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje evolucione de una manera fluida, cómoda y cordial, en un ambiente distendido, ajeno a toda tensión generada por actuaciones autoritaristas, que redundan en la creación de ondas elípticas de discordia y malestar. La humildad implica, también,  que el docente no sienta miedo o vergüenza cuando no sabe dar respuesta a alguna pregunta formulada por sus alumnos, por lo que la generación de un ambiente de confianza y naturalidad favorecerá que el docente no vea en las cuestiones de sus alumnos actitudes desafiantes que buscan dejarlo en evidencia. En este sentido, hay que mencionar también, que si el docente persigue que los alumnos desarrollen su lado humano, debe predicar con el ejemplo, es decir, es necesario que el docente muestre su humanidad. Pero no todo en la docencia consiste en predicar con el ejemplo, no todo aprendizaje se produce a partir de la captación de la esencia del ser. Obviamente, resulta indispensable que el docente adquiera habilidades y técnicas que le permitan trabajar aquellos otros aspectos, que entran dentro del espectro humano y no forman parte de los fenómenos racionales que tienen lugar en el aula, aspectos tales como la pasión, los miedos, los deseos, los sentimientos, las emociones, las sensaciones, etc.
Otra de las ideas expuestas en la entrevista a Paulo Freire, que nos ha resultado de especial interés, guarda relación con el hecho de que se suele culpar a los métodos pedagógicos de los problemas educativos, cuando dichos problemas derivan de la propia complejidad que entraña en sí misma la educación, como proceso en el que  ejercen una fuerte presión la vertiente ética y la vertiente política de la sociedad. La escuela es un pequeño microcosmos que viene a proyectar, reflejar o imitar el modelo estructural de la sociedad actual. Si en la sociedad existen condicionantes que persiguen persuadir al individuo, sugestionarlo y privarlo de voz, para dominar sus movimientos y pensamientos, con la intención de impedir el cambio o la ruptura con los esquemas dominantes, es necesario que la escuela se convierta en una tribuna en la que el alumno pueda alzar su voz contra la opresión, de modo que constituya un espacio adecuado, ajeno al miedo, para que le sea posible adoptar una actitud crítica ante lo que le rodea.
Parafraseando a Freire, resultaría ingenuo pensar que las clases dominantes permitieran a las dominadas formar una actitud crítica ante las circunstancias de su entorno. El poder no quiere ceder ni un ápice de terreno a la sociedad, porque si manifiesta algún atisbo de vacilación, se vería menguada su capacidad para dominarla y doblegarla. En este sentido, cabría formularse la siguiente pregunta: ¿realmente existe la libertad entre los individuos de una sociedad? Desde luego, en toda sociedad hay implantado un sistema jerárquico en el que siempre habrá regentes y regidos, subordinantes y subordinados, por lo tanto, ¿hasta dónde llega nuestra libertad real y efectiva? ¿Es nuestra consciencia de libertad más grande que nuestra libertad factible? ¿Constituye nuestro deseo de sentirnos libres el opiáceo que enturbia nuestra capacidad para dilucidar nuestra situación real?
Continuando con el análisis de las palabras vertidas por Freire en esta entrevista, también queremos hacer referencia a otros dos requisitos que se mencionan como deseables en la configuración de la personalidad del docente: la sensibilidad y el gusto estético.  Desde esta perspectiva estética, Freire concibe la educación como una obra de arte que conjuga lo estético con lo ético, de modo que el docente sea capaz de respetar en todo momento los límites de la persona, los sueños de los alumnos y sus miedos. La sensibilidad del profesor permite captar las necesidades de los alumnos en cada momento y desarrollar una enseñanza individualizada, de manera que posibilite a sus alumnos enfrentarse a sus miedos y temores, para así evitar inseguridades y comportamientos conformistas que se sustenten en la mera resignación sin opciones de mejora. En este sentido, cabe argumentar que la observación por parte del docente es una tarea necesaria para poder graduar y modular el ritmo de la clase a partir de las reacciones de los alumnos. Por lo tanto, el docente debe ser un gran intérprete tanto del lenguaje verbal, como del lenguaje no verbal de sus alumnos, para poder captar aquello que en ocasiones inconsciente, en ocasiones conscientemente, huye de la palabra para diluirse en una mirada, un gesto, un suspiro o un silencio.

Como indica Freire, si el alumnado vive sometido al silencio, debe encontrar la manera de romper ese silencio. Y, precisamente, le corresponde al docente la compleja tarea de ofrecer al alumno vías para que pueda alcanzar esa ruptura con el silencio, puesto que educar no es sólo enseñar teorías, sino enseñar a los alumnos todas las formas posibles de ser libres o de ser más libres.
Paulo Freire aboga por la práctica de una pedagogía basada en el diálogo. Plantea la educación como un proceso dialógico de ida y vuelta, orientado a romper el silencio esclavizador de la “sociedad oprimida”, para que pueda recuperar la palabra que le ha sido negada o arrebatada desde las altas esferas del poder. Como señala Freire, tanto el educador como el alumno, a través de un diálogo sincero, claro y franco, aprenden, enseñan y reinventan la historia, es decir, pueden promover los cambios y las transformaciones necesarias para poder desarrollar una existencia digna, una existencia en la que la voz de la sociedad no sea acallada con las ligaduras impuestas por el poder. Citando a Freire, “Como educadores y educadoras somos políticos, hacemos política al hacer educación”. Inevitablemente, el docente lleva consigo toda su carga humana, ética, ideológica y política cuando desarrolla su labor educativa en el aula. No obstante, esta idea de Freire va más allá de la identidad que el docente proyecta de sí mismo sobre el alumnado en el aula, puesto que para Freire el hecho de que la educación sea un mecanismo para hacer política va referido al papel fundamental que puede ejercer la escuela, como liberadora de las sugestiones dirigistas que las élites políticas y económicas ejercen sobre el pueblo, a su poder desalienador, en última instancia. Sólo adquiriendo consciencia de los problemas que oprimen a la sociedad será posible fomentar la actitud que conduzca al cambio, a la transformación
Como señala Freire, pese al poco reconocimiento que se le suele conceder a la labor educativa, hay que tener en cuenta que la educación contribuye de un modo esencial a la clarificación de las consciencias. Esta clarificación de las consciencias de las personas es esencial para que puedan actuar y organizarse, de modo que puedan orientar sus actuaciones a que se produzcan las transformaciones necesarias en la sociedad para conseguir una vida en libertad y de forma digna. En este proceso de clarificación de las consciencias, el docente tiene el deber de ir mostrando, poco a poco, las consecuencias positivas de llevar a cabo un proceso crítico de conocimiento del mundo, en el que el inconformismo, el cuestionamiento de problemáticas y la aportación de posibles soluciones contribuyan a la creación de un mundo en el que prevalezca la equidad, la solidaridad, la tolerancia y la igualdad de oportunidades y derechos entre todos los individuos. Luchar por un bien común no significa engrosar las cuentas corrientes de las élites sociales, sino ofrecer posibilidades de mejora a aquellos que más lo necesitan.
Para Freire, allí donde se impone una ideología dominante siempre hay involucradas “metodologías bancarias”, que persiguen impedir a los individuos pensar más allá de los datos que el poder considera que el pueblo debe conocer. Por lo tanto, tiene lugar una limitación de acceso al saber para garantizar el inmovilismo social. Si la persona no reflexiona sobre la esencia de los hechos, no adopta una actitud crítica ante lo que le rodea para adquirir consciencia de su condicionamiento, y no ocupa el pequeño poder que tiene para luchar contra los condicionamientos a los que se ve sometida por las élites sociales, no podrá actuar por sí misma, no podrá liberarse de límites a los que se ve sometida por el poder dominante. Para que el individuo pueda hacer uso del minúsculo poder que tiene para transformar la realidad y ser libre, es necesario que sea capaz de comprender el mundo de una forma crítica. Pero, para que sea factible esa transformación, es necesario que se produzca una combinación de esfuerzos, una suma de individualidades que orienten sus actuaciones hacia la consecución de un bien común.
En este sentido, si el individuo es capaz de reconocer el condicionamiento que el poder ejerce sobre él, no dejará instantáneamente de estar condicionado, pero esta consciencia de sentirse condicionado hará que no se sienta determinado, es decir, posibilita que pueda actuar para que se produzca una transformación y que no asuma la resignación como única respuesta posible.
Hay personas que no apuestan por promover el cambio, porque consideran que existe el riesgo de que los oprimidos se conviertan en opresores. Ese riesgo existe, pero es importante evitar la pasividad para poder pensar en la libertad como una realidad factible. Además, la mera existencia ya implica un riesgo en sí misma.
En lo que respecta a la necesidad de que se desarrolle y se lleve a cabo una reforma educativa, Freire opina que las escuelas no se transformarán a partir de ellas mismas, de forma interna e independiente del resto del entorno, pero tampoco es posible la reforma si las escuelas no aceptan el proceso de cambio que se está produciendo en la sociedad. Es decir, las escuelas no pueden ser recintos cerrados que ignoren los cambios que se están produciendo en el exterior. La reforma de la educación no puede dejar de venir de fuera, pero tampoco puede dejar de partir de dentro. Debe producirse como resultado de un proceso dialéctico entre la escuela y la sociedad. No obstante, existe una resistencia en contra de la reforma educativa promovida por ideales autoritarios, que justifican el inmovilismo a través de argumentos banales, ante los cuales no se ofrecen propuestas de solución. Como indica Freire, si la estructura actual del sistema educativo no permite que exista un diálogo real entre la escuela y el entorno, es necesario cambiar la estructura, es decir, modificar el curriculum, entendiendo dicho curriculum como la totalidad de la vida dentro de la escuela.

En definitiva, como afirma Freire, es necesario tomar consciencia de que nadie lo sabe todo, pero tampoco lo ignora todo. Hay que infundir en el alumno la esperanza de que se puede conseguir una mejora en todos los ámbitos de la vida a través de la unión de los esfuerzos individuales, puesto que “es posible la vida sin sueño, pero no la existencia humana y la historia sin sueño”.