miércoles, 23 de mayo de 2012


Guía  de derechos y responsabilidades de las familias andaluzas en la Educación Infantil-Primaria


Hemos pensado que sería interesante detenernos a hacer algunos comentarios sobre este documento cuya existencia, en cierto modo, puede resultar muy sorprendente para algunas personas que lo consideran innecesario. Sin embargo, creemos que es muy importante que las familias sean plenamente conocedoras de los derechos que les asisten y de cómo pueden mejorar la educación de sus hijos.

Podría pensarse que, ante el grado de ignorancia y desinterés que algunos padres muestran por la educación de sus hijos, los poderes públicos han considerado necesario la elaboración de un instrumento como éste. No obstante, consideramos que no debe concebirse como algo negativo, pues todo aquello que contribuya a que las familias se involucren directamente en la educación de sus hijos es conveniente y muy positivo.

Los padres cumplen un papel trascendental, el más importante, en la educación de sus hijos, sobre todo en los primeros años de vida, de ahí la importancia de esta guía en la sociedad que vivimos actualmente. Por ello, debemos pensar en que ha sido realizada para responder a unas necesidades sociales que no existían antes en nuestra sociedad.

Por ello, dado que se trata de una guía para orientar a los padres en las dudas que puedan tener durante el periodo que dura la educación primaria de sus hijos, debemos verlo como un instrumento de ayuda positivo.

En ocasiones, algunos padres y madres no saben cómo actuar ante ciertos actos que realizan sus hijos e hijas, por lo que esta esta guía se presenta como el instrumento de consulta que les puede facilitar esta tarea y resultar de gran utilidad a la hora de llevar a cabo su labor educativa.
Esta guía, dirigida a las familias andaluzas, no solamente está concebida para orientar a los padres sino también para concienciarles acerca de las responsabilidades que deben asumir para conseguir los mejores resultados en el proceso educativo de sus hijos. Y es que, como venimos poniendo de manifiesto en este blog, los padres deben involucrarse y ser protagonistas directos de la educación de sus hijos. En estos términos se expresa la guía, que pide a los padres que se impliquen y hagan de la educación una prioridad en la familia.

El formato y la metodología de la guía hacen que se presente como un documento muy útil para cumplir su finalidad de guiar a los padres y resolver muchas de las dudas que pueden tener sobre el comportamiento, las aptitudes y actitudes de sus hijos. Recoge las directrices básicas y, a la vez lo suficientemente detalladas, sobre cómo son los niños de estas edades, qué necesitan, quién puede proporcionarles lo que necesitan y, a qué instancias de los centros escolares pueden acudir para plantear sus problemas o solicitar ayuda. Y, asimismo, incluye otras sugerencias dirigidas a fomentar la lectura y el interés en otras materias educativas.

Sin embargo, creemos que es una guía excesivamente generalizada, ya que incluye a toda la población infantil andaluza, sin atender a la singularidad y a las necesidades de cada individuo, sino simplemente distinguiendo en función de tramos de edades muy amplios, de tres a seis años y de seis a doce y es evidente, por ejemplo, que un niño de tres años no tiene nada que ver con uno de seis, y que la madurez de un niño o niña de doce años es superior a la de uno o una de doce. El aprendizaje no es homogéneo.

Hay otras cuestiones de la guía en las que no estamos del todo de acuerdo. Por ejemplo, no creemos que lo más adecuado para niños de entre tres y seis años sea trabajar habilidades como las matemáticas o la lectura, sino que hay cosas más importantes en esta edad como la socialización, la autonomía, la conciencia sobre sí mismo y el respeto, como se refleja en algunos de los consejos. Consideramos que, entre los tres y los seis años, el aprendizaje debe ser libre, hay que darle libertad.

También algunos de los consejos que se relacionan en la guía han sido el motivo de un interesante debate entre las componentes de este blog. Por ejemplo, todas estamos de acuerdo en que es fundamental que un niño o niña aprecie los valores de convivencia, sus normas, para, en un futuro, saber vivir en sociedad. Pero ¿realmente es importante que un niño o niña se sepa expresar en una lengua extrajera en una edad comprendida entre 6 y 12 años? Algunas creemos que sí, pues aunque saber una lengua extranjera no sea tan importante como aprender, reconocer y desarrollar los valores aprendidos, sí es una habilidad fundamental para facilitar su formación en el futuro más próximo.

En lo que no hay discusión es en el fomento de la afición por la lectura, pues es importante no sólo para el aprendizaje sino también para el desarrollo personal del niño y la niña. La lectura fomenta la creatividad y la imaginación. Y se trata de una labor encomendada no sólo a la escuela, sino también a la familia. Para ello, es importante que esas primeras lecturas interesen, para que así ellos mismos desarrollen su propio criterio a la hora de elegir.

Tal como se dice en esta guía esta tarea fundamental debe ser compartida por la familia, el centro educativo e incluso por su entorno inmediato y entre todos, apoyarla y complementarla para mejorar su eficacia. Está demostrado que la implicación de padres y madres en la educación de sus hijos e hijas garantiza el camino hacia un mayor progreso y éxito escolar de estos.

La educación es la base para conseguir un óptimo desarrollo humano y social y la implicación de los padres y madres es garantía de éxito educativo, garantizando así un buen futuro a nuestros niños y niñas.

La finalidad de todos estos consejos es que los padres y madres puedan conocer mejor las necesidades de sus hijos e hijas para que reciban los que necesitan y no se les exija más de lo que deben aportar.

Aunque la creación de esta guía pueda obedecer a la falta de implicación e interés de los padres y en el hecho de que no asuman las responsabilidades que deben en la educación de sus hijos, debe ser considerado como un instrumento positivo creado como respuesta a unas nuevas necesidades sociales.

Os animamos a que visitéis la siguiente dirección para que podáis leer detenidamente esta y otras guías interesantes:



1 comentario:

  1. Muy bien, muy bien.
    Otra buena elección. No perdáis de vista que no todas las familias tienen la misma capacidad para educar a sus hijos. Sobre todo, cuando consideramos que la educación que deben recibir es un estándar social. No todas las familias están en condiciones de proporcionar estudios de una lengua extranjera a edades tempranas, por ejemplo, y no todas las familias pueden enseñar tolerancia o convivencia. Eso sin contar a aquellas que no creen que deban enseñar eso a sus hijos, que las hay.
    Entra en escena la escuela entonces, ¿no os parece? ¿Hay acaso otra institución que tenga esa responsabilidad social?
    Por eso hay que insistir en que la tarea hay que compartirla con las familias. Pero rechazad que se culpe a los padres de no educar a sus hijos antes de que vayan a la escuela a instruirse.

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